MASONERIA Y UNIVERSIDAD DE OVIEDO

Ahora que la Universidad de Oviedo está en la celebración de aniversarios tan longevos como prolíficos no está de más traer a colación la relación, si se quiere tangencial,  de la Universidad de Oviedo y la Masonería.
No es que haya sido una relación de amor y odio, o que los hiramistas sentaran cátedra en la Universidad de Oviedo, pero sí que hubo una relación intensa no tanto entre los cátedros, que alguno hubo como veremos, sino que  buena parte de los krausistas de la epóca , y más aquellos que conformaron la rama del Derecho en sus distintas disciplinas y asignaturas sí que formaron una buen caterva de masones los cuales guardan buen recuerdo de ellos (Aranburu, Posada, Altamira) y es más,  algunos cuando se leen sus autobiografías y trabajos, despiden esa esencia del hiramismo, tal vez porque Masonería  y krausismo en España , estuvieron tan unidos filosofía y concepto, que casi suena lo uno como lo otro.
Y esta relación de cátedros con la masonería, llegó a tal punto que a falta de documentos que confirmaran la membresía de algunos se llegó hasta tal punto  que algún historiador  a trabajado ese perfil paramasónico de algunos de los krausistas de la época, no tanto porque se hayan encontrado documentaciones de pertenencias, sino porque es tanta la semejanza en los planteamientos que se les ha estudiado bajo esa óptica como ha sido el caso del profesor Altamira.
Tanto es así,  que para mi propio coleto tengo la idea personal  de que el periplo americanista de Rafael Altamira, estuvo sustentado en base a relaciones masónicas, o que la menos están jugaron un papel importante.
Sobre mi mesilla de trabajo, están desde hace tiempo los trabajos del profesor Melón Fernández  sobre “El viaje a América del Profesor Altamira”, y como  no, una vieja edición  d MI viaje a América, (libro de documentos)   e Rafael Altamira. de 1911, con la intención de rastrear esa idea personal de la relación de la masonería y el periplo americanista de Altamira.
Lo cierto es que se amontonan por la casa libros casi concluidos, a falta de correcciones, trabajos medio empezados y atascados por falta de un viaje a Salamanca o Francia, sin dejar de citar las  y mil y un lecturas que tengo pendientes,  como para poder  emprender ahora un trabajo sobre Masonería y la Universidad de Oviedo, pero juro que hay material, tal vez tangencia, pero lo hay; a modo de ejemplo la presencia de Melquíades Álvarez, de Tedomoiro Menéndez, y tanto otros  que ya Viky Hidalgo soslayó, solo hay que cruzar nombres y relacionarlos con la Universidad: bances, Argüelles Piedra. Fernández de la Llana; Pérez de Ayala….
   Y llegados al caso está la figura de  D. Fermín Canella ha sido un hito importante en la historia asturiana, la cual ha sido estudiada con cierta profundidad por díscolos  historiadores  y catedráticos desde diversos ángulos y disciplinas, quedando en el más oscuro silencio y olvido  la figura de Fermín Canella como uno de los padres de la masonería  asturiana, es una de las cuestiones menos estudiada, y no es que quiera ver la mano de la masonería en todos los rincones de la historia; pero si uno profundiza en las partes oscuras de la historia,  y la de la propia de la masonería asturiana de finales del siglo XIX, uno puede encontrase por poner un ejemplo con dos personajes capitales; Juan González Ríos, lagarero y abogado maliayés con residencia en Oviedo, y a Fermín Canella, cátedro y Rector de la Universidad de Oviedo, ambos miembros de las logias Nueva Luz y Luz Ovetense en las que se encuentran entre  1877 y 1881..
Los dos desde sus respectivas peculiaridades trayectorias personales  constituyen los pilares básicos de la masonería en Asturias: Juan González Río por su predicamento entre los masones asturianos  que llegan a poner en su memoria su nombre a una de las logias que operaron en Oviedo en el último tercio del siglo XIX, La logia Juan González Ríos que tiene una corta pero intensa visa social y política en los finales de 1.800; El  abogado y miembro de la Junta del Principado Juan Ríos como expresa el epitafio del Cementerio Civil de San Salvador de Oviedo, muere en la capital ovetense y su entierro  es rememorado por Clarín en su mítica “Regenta “ cuando describe el entierro de D. Santos de Barinaga. 
 Fermín Canella, con  independencia  de su estadía  dentro de los talleres masónicos ovetenses, su proyección es en cierto modo trascendental, tanto por los  proyectos que emprende con conocidos francmasones  como Braulio Vigón,  con su Academia Asturianista “La Quintana”; muy influenciada por la tesis que dan vida a la Institución de Libre Enseñanza;  es de tener en cuenta  su amistad con  Cesar Argüelles Piedra  cuya pluralidad formativa le lleva a fundar en la escolástica ciudad ovetense varias publicaciones de fuerte tendencia republicana  y en cuyos ideales también le  acompaña otro francamsón  de origen salmantino y con residencia en Oviedo y amigo personal de D. Fermin Canella: José Alarcón Jimeno, y así se  podría citar como compañeros de  asiento en los bancos del taller  masónico del cátedro a: Froilán Arias Cabajal  o Inocencio Sela Sampil Victor Fedez. Felgueroso pertenecientes a la progresista clase industrial, Rafael Calzada o Benigno Bances, notario uno y abogado el otro  a los médicos  Carlos Luis Montoto, a Rafael Pumares, y a otros muchos, algunos tienen  placa y sitial en el callejero ovetense... 
Pero la mano de Fermín Canella,  también   se ve tras la figura de Rafael Altamira, ya tratado en diversos estudios como prototipo de perfil seudo-masónico, parece claro que  Rafael no era masón, pero su periplo hispanoamericano  tiene todas las connotaciones  de ser un viaje  diseñado y realizado desde los parámetros y objetivos de hermandad y fraternidad de las instituciones masónicas, este es un capítulo que está  por estudiar, el periplo iberoamericano  de Rafael  Altamira y su relación con conocidas instituciones universitarias y culturales americanas de clara filiación masónica y con las cuales a buen seguro D. Fermín Canella estaba en contacto.. 
Pero la proyección de Fermín Canella y su facultad de Derecho, no se queda en el siglo XIX, la podremos rastrear en las  figuras que conformaron la masonería asturiana del siglo XX en cuyas  aulas de claro matiz krausista,- recordar al  hilo de estas notas, la relación  y las piedras esenciales que Krausse  aportó a la francmasonería y de las cuales bebió la Universidad de Oviedo y sus distintos catédros-  y que trasmitieron a distinguidos alumnos como José Díaz Fernández autor de la novela:  EL Blocao; a  Cesáreo del Valle Junco fundador del Eco de Cabranes , Cesar Alvarez Cascos abogado luarqués , Manuel Rico Avello Diputado y Ministro que puso en marcha el Orfanato Minero de Mieres;  José Maldonado último presidente de la República española en el exilio cuyos restos reposaban hasta no hace mucho tiempo  en el cementerio de S. Salvador de Oviedo y que hoy  han pasado a la soledad del cementerio del Espín en Grao.
Y  así bajo la atenta mirada de Fermín Canella  se formaron hombres como  Augusto Barcia, Diputado y Gran Maestre del Gran Oriente Español, Angel Menéndez Súarez Secretario General de la Federación Agrícola Asturiana y algunos  más que han conformado una buena pleyade de personajes de claro matiz progresista  y de un innegable  amor por una tierra como Asturias.
Valgan pues estas rápidas notas como reivindicación de la faceta de un hombre como Fermín Canella, que aún tiene para los asturianos, aún a pesar  de su transcendencia como persona y como Rector de la Universidad de Oviedo, cuartos que se mantienen en el  extraño reino del olvido, y  cuya figura  merece un sitial entre los masones asturianos del siglo XIX y XX, que conformaron  una importante y a veces dolorosa parte de la historia de Asturias.
Víctor Guerra
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