La relación de la masonería, o los masones con la cultura,  es un idilio inacabable y de muy estrecha e intensa relación. Primero fue el Ateneo Casino Obrero de Gijón, donde se constata  la presencia de diversos  masones asturianos en su juntas directivas y membresía.    
 
Luego será un proyecto acariciado largamente el que pondrán en pie La Escuela Neutra, esa que los enemigos de la Orden tildaban como la  Escuela sin Dios,  un proyecto que comienza en 1912 y que  llega a las puertas de la Guerra Civil, no sin problemas.
Y  ahora se cumplen  100 años de Ateneo de la Calzada, ese mismo Ateneo  en el que hemos estado inscritos y trabajado diversas generaciones, aunque a mí personalmente me tocó lidiar en la convulsa  época de José Picos, José Gayol, etc.
 Pero no se trata aquí de recordar tiempos cercanos, sino recordar y refrescar quien fue uno de los impulsores del Ateneo de la Calzada  un proyecto que  ahora cumple 100 años y que vino de la mano, entre otros de D. Gervasio  de la Riera.
 Gervasio de la Riera,  es un  hombre que supedita incluso su concepción ideológica en pro del desarrollo una ciudad que lo había visto crecer, y es más en numerosas ocasiones deja patentizado su cariño por el barrio de la Calzada, en se le puede considerar como un concejal cercano a la tesis reformistas pero de carácter independiente.
 Nace el 13 de agosto de 1888, de profesión industrial,  concretamente era el propietario de los Astilleros Riera, complejo naviero muy vinculado al barrio de la Calzada, tanto fue así que se le nombró Socio Benefactor del Ateneo Obrero de La Calzada, en cuya fundación participa además  desde su cargo de concejal del Ayuntamiento de Gijón.
 Así mismo fue un gran impulsor de la gestación y puesta a punto,  no solo de dicho Ateneo, donde además participaron  prohombres y diversos  masones entregando importantes donaciones,  como así lo hicieron  Lucas Merediz, José María Friera, José María Rodríguez, , éstos dos últimos miembros de masonería gijonesa,  sino que aportaron también para el funcionamiento de  las Escuelas de La Caridad, un centro de enseñanza privada que se crea en 1902 y que se constituye como el primer equipamiento de enseñanza con que cuenta el barrio de La Calzada,  y cuya gestión residía en un patronato compuesto por los tutores familiares  y los propietarios de diversas empresas de la zona entre ellas la del Astillero Riera. Este tipo de entidades son el punto de confluencia entre el reformismo republicano y los movimientos obreros del momento.
Panteón de los Riera en el Cementerio de Ceares. Gijon
 Pero Gervasio de la Riera va  a marcar no solo industrialmente al barrio de la Calzada, sino que va a estar presente en el Ateneo Obrero y fundará en dicha zona, concretamente en la parroquia de  Jove  el Respetable Triángulo Evaristo San Miguel con sede en Jove y bajo los auspicios de la Gran Logia Regional del Noroeste (GLRN).
 El nacimiento de este triángulo masónico, es fruto del uso que se hace de la masonería en ocasiones  de los  intereses partidistas, motivo  por el cual nace esta nueva formación a finales de 1923.
Quien propicia la nueva partición en el seno  de la logia Jovellanos, para iniciar la aventura de una nueva logia en Jove es el veterano masón y político: Gervasio de la Riera. 
 
Gervasio de la Riera, se inicia en la masonería en 27 de octubre de 1913 y es exaltado el 19 de mayo  de 1916,a Maestro Masón en el seno de la logia ocupa el cargo de  2º Vigilante en 1917 y el de Limosnero al año siguiente y en 1920 . En el año de 1922 ejerce como 1º Vigilante  de la logia. 
En 1922, ejerce de 2º Vigilante en dicho taller con el grado 18º,  y utilizando el simbólico de Benot.  En 1923 Gervasio parece que no está dispuesto a secundar los movimientos que se dan en la masonería asturiana encabezadas por Alberto de Lera, y el ala reformista, y producto de tal decide  fundar,  como ya expuso,  el triángulo Evaristo San Miguel. Esta nueva formación masónica de Jove,  parece contar con el beneplácito de la GLRN, y dicho pequeño grupo masónico levanta columnas como  tal el 31 de diciembre de 1923,  Gervasio de la Riera junto con José Antonio de la Riera, Jesús Fernández Álvarez y Víctor Álvarez Cuervo, todos ellos  provenían de la logia Jovellanos nº 337 
.Un año más tarde se vuelve a tener noticias de este pequeño grupo y de otros masones al dictarse el edicto de expulsión de la Gran Logia Regional del Noroeste, cuestión   que se comunica  a todos los Cuerpos y  Talleres  con fecha del 15 de diciembre de 1924 y que firman  Alberto de Lera y  Antonio López del Villar ambos como Gran Maestre y Gran Secretario de la  G:. L:.R:.N:. 
 Su salida de la vida masónica se produce junto con la de otros veteranos masones  como José Tenas Pons, Mariano Merediz Díaz Parreño, ambos miembros de  la logia Jovellanos; la salida de  Patricio Fernández. Armayor,  y Pedro Fernández Fueyo miembros de  la logia Riego,  a las que hay que sumar la de José Antonio de la Riera y la del propio  Gervasio, estos dos últimos como miembros del Triángulo Evaristo S. Miguel.
 
¿Es la constitución de esta nueva formación y el pretendido espacio que querían ocupar, lo que en parte causa su expulsión? No lo sabemos a ciencia cierta, aunque Gervasio de la Riera en su obligatoria retractación ante los grupos policiales franquistas, dice que había salido de la Orden, porque un hermano masón y consignatario  Desiderio Martín acusaba a Mariano Merediz de malversar fondos de la esposa de este, y como Gervasio no creyera en tal versión no adoptó tal resolución que se tomó contra Merediz, y fueron expulsados todos ellos, de lo cual se hizo eco un periódico local.
Aunque es muy posible que  desde dicho triángulo se hiciesen algunas maniobras en pro de lograr algunos apoyos políticos  no bien entendidos y que ello provocara tan drástica situación.
 
Pese a su alto grado en la masonería, le valió  tal y como recoge la sentencia  del General Saliquet su expulsión de Orden en 1924 y la aportación de numerosos datos sobre masones,  que firmo y aportó en la retractación, lo cual como se aporta  le hicieron beneficiario de resultar absuelto en la Causa General 155.
 
Esta ha sido la intención, ampliar el conocimiento de un personaje al que la Calzada le debe un especial reconocimiento.
 
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