HOMENAJE A UN HERMANO. En el día de los Santos Inocentes
El maquiavelismo es una de las cuestiones que más pesan en la organización logial. Los grupos cerrados , las camarillas  enrocadas en la luz suprema , convencidos de que de la masonería no  es una escuela de formación del ciudadano, sino  un largo brazo con prolongación política con mandil ,  que se  se envuelve en ocasiones de una final y sutil  maraña  de  lazos entretejidos para la continua perpetuación de sí mismos.
Todo ello este  extraño revoltijo ha pasado factura, y por eso  han de ser para todos  días pesarosos , pues al final  hay  como una sensación de derrota, más que eso,  de infinita soledad,  ya que he hemos decir que   se ha ido un Hermano.
Y se ha ido en medio de una tristeza inmensa  no porque hubiera concluido su ciclo en  un proyecto que no era el suyo, muy al contrario se ha ido porque al final de todo un proceso lleno de dudas , el último día,   en el ultimo minuto,  la realidad tan  tozuda como siempre  se mostró nítida y a la vez de forma cruda y es que  uno se va solo,  y no hay nadie que le acompañe hasta la puerta y le diga:  Hermano esta puerta siempre estará abierta,  gracias por tus desvelos, por tu entrega y por tu presencia. Ni eso hubo ese día de la despedida. Cruel si quieren, pero ello muestra un talante, una forma de actuar que llama la atención tras tanta andadura juntos.
Ese tipo de actuación  es lo que algunos entienden por fraternidad , y suena paradójico leer al mismo tiempo que esto sucede entre loas a discursos y oradores, presentándolos en medio de una intima  fraternidad, mientras el Hermano,  al lado, aquel  con el que uno se ha cruzado  en debates, en tantas charlas, en tantas horas de tenida,  y de embates, poniendo cara al anonimato de otros  y echando sin castañuelas los arrestos necesarios para que todo fuera adelante... pues bien tras todo eso el Hermano  no merece ni la mano amiga o si quieren hipócrita, el triple abrazo fraternal que tanto prodigamos en cartas y  que se le niega a un Hermano, y por esos  es doloroso ver alguien irse solo hundido en toda esa soledad, una soledad que además de la propia , deja lugar a otra más peligrosa la del  fracaso colectivo.
Pero somos así,  y a cada uno las caretas se le van cayendo como máscaras de escayola que nada sujetan sino el rictus de una vanidad controlada y controladora, que ha visto y sufrido... que ha sido aupado por todos y para todos, y que se  ha quedado quieto y mudo  cuando se nos va un Hermano, sin que por otra parte   ninguno de los resortes logiales de la tradición hayan funcionado, ni los oficios del consenso, ni siquiera el hospitalario  ha saltado como resorte. digamos que la FRATERNIDAD  está de brazos caídos. 
Cuando en una logia la fraternidad medieval de los operativos o la “ciudadana” de los especulativos decae hasta estos extremos  esto nos  indica que existe  un gran cáncer  está corroyendo la estructura  masónica en la que nos movemos, porque si perdemos la fraternidad perdemos la esencia.
De nada nos valdrán loas  a los poderoso si damos  la espalda a quien trabaja con nosotros. Las ideas no pueden estar por encima de las personas, aunque en la filosofía del “Príncipe” todo vale   para mantenerse y mantener la “idea” , sui idea retorciendo leyes y tradiciones, todo sirve para el fin y el proyecto , incluso ver  a  un Hermano doblegado por la  cruel soledad de comprobar de que casi nadie le echará de menos en la bancada de los Maestros, nos faltará la voz escasa pero oportuna y lúcida que a veces tanto hiere: pero la cruda realidad es que ya no es una pieza valida en el ajedrezado de las vanidades,  es prescindible en ese  gran juego de caprichosos proyectos liberticidas y liberadores de corralitos con gallinas de ala cortada, está claro que en  este gran juego  los peones incordiantes sobran, y los lúcidos se van.  Esa es la partida.
Desde esta columna Querido Hermano, siento esa soledad porque defendiste a costa de la tuya la mía, y que e yo tuviera un trozo de libertad y de espacio y de reconocimiento.  Finalmente  te ha costado descubrir de que todo eso se paga de forma cruel, no con el debate reñido , sino con el precio de  la indiferencia que es una mala moneda en todo caso para usar en masonería.
Nadie  mejor que yo habrá visto como has ido labrando tu piedra, como has ido encontrando el hueco, la arista a trabajar , y como te has ido posicionando  frente a esa piedra descubriendo  que la masonería al final se aleja de todo eso que nos cuentan..,  para descubrir al final de todo el trayecto que uno encuentra su propia piedra con sus herramientas, y lo mejor de todo  encuentra la esencia, esa que no le es revelada a los necios  por mucho verbo florido que luzcan, la esencia se busca y se vive,  y en ese transcurso uno se va dando cuenta que la encuentra en lo íntimo.  y eso es  lo que le hace a uno  fuerte, incluso para decir: Me voy.
Desde la  soledad del que se va solo sin un  mal gruñido, haciendo bueno el refrán del no aprecio. Querido Hermano te agradezco tu lucidez y tus escuetas palabras, tan lúcidas como sólidas, y espero que de todo ello algún día saquemos una lección importante, que la fraternidad es lo último que una logia debe perder.
¡Que el mundo te sea leve ¡
Víctor Guerra MM.
Comentarios
Y segundo de todas forma cual es la media mentira o la media verdad.. la ida, la soledad, la falta de resortes ... Además me pregunto si alguien ha hablado con ese Hermano tras salir por la puerta... Creo que no...
Cuando los Hermnanos dan contestaciones a planteamientos como pasarse la cuestión por el Arco del Triunfo, o contestaciones similares pues habrá que analizar en que situación se está, quien dice la media verdad o la medio mentira, y quienes mecen las cunas.
EN todo caso un sincero TAF y decirte que yo descolgué el teléfono y casi 20 días más tarde aún espero llamada....